lunes, 7 de noviembre de 2011

¿Hasta dónde?

Cuando hablamos de los territorios inexpugnables de las tiendas físicas, de aquellos territorios que siempre serán patrimonio suyo y su fortaleza ante el desarrollo de opciones de venta tanto virtuales como sin contacto humano, el contacto directo con el vendedor y la experiencia de compra tienen un protagonismo especial.

Las tiendas físicas serán capaces de sobrevivir en el futuro si, y solo si, son capaces de desarrollar los elementos diferenciales, relevantes para el consumidor, a los que no puedan acceder sus formatos directamente competidores, como las máquinas de vending y la venta por internet, entre otros.
Las tiendas físicas serán capaces de sobrevivir si, y solo si, junto al acceso directo al producto y la disponibilidad de stock, se une el contacto directo con el vendedor, el contacto humano con el resto de compradores y el desarrollo de una experiencia completa de compra como ocio, gratificante, de placer, que genere valor adicional a la compra del producto en sí.
El penúltimo ejemplo sería el desarrollo de máquinas de venta automática que buscan generar una experiencia de compra distinta, de placer y además con un fuerte componente social. Máquinas de vending que se relacionan con el cliente, con tecnología de reconocimiento facial, que le invitan a sonreír, que le fotografían, tratan su fotografía en pantalla, y previo consenso del fotografiado, lanzan su imagen al hiperespacio compartiendo su foto en Facebook con miles de personas.
Y como ejemplo recojo esta iniciativa de Frigo a la que supongo se acabaran sumando otras bajo el mismo paraguas de venta interactiva y social.



                       
¿Cuál es el límite de la generación de una experiencia de producto y compra a través de una máquina de vending? Difícil  pronosticarlo.

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